Llevamos más de 1 año desde que dio inicio la crisis de contenedores, la cual empieza en marzo del 2020 con el inicio de la pandemia y se agudiza por una serie de conflictos, como el problema en el canal de Suez, el descanso de los trabajadores por el Año Nuevo Chino y el crecimiento en la construcción de barcos. Además del incremento en las tarifas de importación y la escasez de productos que continúan a la alza, esto trae consigo un problema a gran escala.
La escasez de contenedores dejan con desabasto en industrias como la tecnología, la siderurgia y la falta de automóviles, los cuales tienen una lista de espera de hasta 9 meses en nuestro país. Además, los fletes incrementaron a más de 4 veces su costo, lo que antes de la crisis costaba $4,460 USD al día de hoy cuesta $20,615 USD en algunos casos, encareciendo los productos para los distribuidores y finalmente para los consumidores.
Sin embargo, aunque todavía se pronostica que esta crisis puede durar hasta inicios del 2023, conforme pase el tiempo y la economía comience a restablecerse, así como las empresas puedan estar con el aforo óptimo, iremos viendo un avance progresivo en este cuello de botella y una lenta recuperación.
¿Cuál es el pronóstico para las tarifas de importación de Asia y el tráfico marítimo para el 2022?
Según el CEO de Maersk para LATAM, la situación que vivimos con el desabasto de contenedores, debe estar próxima a solucionarse para este 2022, aunque aún no se sabe en qué cantidad o proporción avanzará este problema para el año que entra.
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La economía en China se recupera, pero su capacidad sigue siendo limitada. Con la pandemia los puertos trabajaron con la mitad de su capacidad y ahora que se retoma el ritmo en el consumo, más la lista espera, es necesario una inversión para el aumento en la capacidad, lo cual tomará tiempo ya que un barco de carga toma casi el año en crearse, así se debe mantener la inversión de crecimiento hasta llegar al ritmo que se tenía en el 2019.
Para el 2022 se tiene un pronóstico muy incierto, el cual está dependiendo de las campañas de vacunación, el cambio que se pueda dar en la pandemia, la velocidad con la que se puedan crear más embarcaciones y la reapertura de países.
El tráfico marítimo agrava este problema, subiendo los costos, ya que se calcula que más de 350 barcos portacontenedores esperan su turno para poder cargar mercancía, lo cual supone un 4.6% de la flota mundial, y esto solamente va en incremento.
Aunque dentro de las buenas noticias para el pronóstico del 2022 se le suma una, ya que se anuncia que el puerto de Ningbho-Zhoushan se abrirá con un 90% de capacidad. Este puerto es el tercer puerto de contenedores más concurrido en el mundo.
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Factores de interés económico para el 2022
Las proyecciones para el próximo año en cuanto a las tarifas de importación, dependen de factores externos, los cuales son de interés general. Uno de estos factores es la inflación que al cierre de año se pronostica en 6.63% uno de los más grandes en más de 20 años.
Al tener un año con un estancamiento en el crecimiento económico, genera incertidumbre en el mercado, lo cual detiene la inversión, así como la precaución a la hora de comprar, deteniendo el comercio en nuestro país. Además de un encarecimiento en los productos, afectando directamente a las tarifas de importación.
Otro factor que puede afectar el próximo año a los costos de transporte marítimo, es el Año Nuevo en China. Esta es una festividad con más de 4 mil años de antigüedad, la celebración más importante para China, donde a los empleados se les da descanso y el país parcialmente se detiene.
Pero ¿Cómo afecta esto al comercio internacional? Las fábricas trabajan con la capacidad mínima en su fuerza laboral durante una semana, los trabajos de gobierno y construcción también detienen labores durante esa semana, los puertos al igual que las fábricas y las aduanas operan con el mínimo de su personal, teniendo solo movimiento en los productos perecederos.
Mientras el comercio en China se paraliza por una semana, los transportistas así como las fábricas alrededor del mundo tienen que apresurar sus procesos, para poder transportar su mercancía antes que se cruce esta semana, generando un embudo y un estancamiento en las aduanas. Esto afecta directamente a las cadenas de suministro, las cuales tienen que ponerse al corriente con las navieras para no sufrir retrasos.
Consecuencias.
Las consecuencias que estos eventos pueden tener sobre el comercio para el 2022, son muy importantes, es por eso la importancia de estar actualizado y ser precavido al momento de tomar decisiones, ya que el desestrés en las rutas marinas se van a ir moviendo poco a poco para el próximo año pero será hasta el 2023 que se va a poder ver una respuesta a este problema.
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Fuente: lahora.gt
