La innovación tecnológica está transformando a la industria marítima, y uno de los desarrollos más destacados es la aparición de los barcos autónomos. Estos buques, que pueden navegar sin intervención humana, ya están comenzando a formar parte del panorama marítimo. Sin embargo, su integración plantea desafíos regulatorios, técnicos y operacionales que deben abordarse para garantizar un futuro seguro y eficiente.
No importa qué tan avanzado en cuanto a tecnología sea el buque, los peligros durante el trayecto no desaparecen. Por esta razón, en SafeLink Marine te ofrecemos más de 60 coberturas exclusivas de nuestro seguro de carga, por lo que tus mercancías se mantendrán protegidas en todo momento.
Te recomendamos: Los peores accidentes marítimos del 2023
¿Cuántos tipos de barcos autónomos existen?
En la actualidad, los barcos autónomos se clasifican en cuatro grados de autonomía, según su capacidad para operar sin intervención humana, los cuales son los siguientes:
- Grado 1: Procesos automatizados. La toma de decisiones sigue siendo responsabilidad de la tripulación. En este nivel, aunque algunas operaciones pueden ser automatizadas, siempre habrá personal a bordo para supervisar y tomar control si es necesario.
- Grado 2: Control remoto con tripulación reducida. Estos barcos se controlan desde otro lugar, pero cuentan con un equipo a bordo que puede intervenir en caso de emergencia. Su ventaja es que permiten a la tripulación concentrarse en tareas de mantenimiento y supervisión, mejorando la eficiencia operativa.
- Grado 3: Control remoto sin tripulación. Barcos que operan sin personal a bordo y son controlados completamente desde tierra. Este grado de autonomía es especialmente útil en situaciones de riesgo, donde evitar la presencia de tripulación puede ser crucial para la seguridad.
- Grado 4: Totalmente autónomos. Buques con sistemas que pueden tomar decisiones y ejecutar acciones sin intervención humana en tiempo real. Estos barcos dependen de tecnologías avanzadas de inteligencia artificial, aprendizaje automático y sensores para navegar de forma segura y eficaz.
Un ejemplo destacado es el Suzaka, un barco de carga japonés que realizó el primer viaje comercial autónomo en el mundo en 2022. Utiliza un sistema automatizado de navegación que combina inteligencia artificial y visión por computadora, lo que le permite detectar obstáculos y navegar de manera segura. Este tipo de innovación no solamente marca un hito en la historia de la navegación, sino que también abre la puerta a un futuro donde los barcos autónomos podrían ser la norma.
Otro ejemplo significativo es el ferry totalmente autónomo probado en Turku, Finlandia, en colaboración con Rolls-Royce. Este ferry representa un gran acontecimiento en la navegación autónoma y ha mostrado que la tecnología está lista, aunque la regulación y la infraestructura aún necesitan adaptación. La experiencia adquirida a través de estas pruebas es invaluable para la comunidad marítima, la cual busca integrar barcos autónomos en la operación diaria.
Avances y normativas en la navegación autónoma
La Organización Marítima Internacional (OMI) ha jugado un papel fundamental en la regulación del uso de barcos autónomos, conocidos como Buques Marítimos Autónomos de Superficie (MASS). A medida que la tecnología avanza, también lo hace la necesidad de actualizar el marco normativo existente para incluir estos nuevos tipos de embarcaciones. En 2021, la OMI llevó a cabo un estudio exploratorio para evaluar cómo los instrumentos existentes podrían adaptarse a la operación de los MASS. Este estudio destacó la necesidad de crear un marco que garantice la seguridad de la vida humana, la protección del medio ambiente y la facilitación del comercio internacional.
Asimismo, la OMI ha identificado varios aspectos clave que deben considerarse en la regulación de los MASS, los cuales incluyen la seguridad operativa, la responsabilidad legal en caso de accidentes, las interacciones con los puertos y la gestión de riesgos cibernéticos. La normativa debe asegurar que los barcos autónomos puedan operar de manera segura junto a los barcos tradicionales, evitando así conflictos y problemas de seguridad.
El proceso de creación de un Código MASS está en marcha. La OMI ha establecido un cronograma que prevé la elaboración de un código no obligatorio para mayo de 2025, seguido de un código obligatorio para 2030. Este marco normativo tendrá en cuenta las distintas fases de autonomía de los buques, asegurando que se implementen medidas adecuadas para cada grado de autonomía. A medida que se avanza en este proceso, es fundamental mantener un diálogo abierto entre las partes interesadas, incluyendo empresas, gobiernos y expertos en tecnología, para garantizar que se aborden todas las preocupaciones pertinentes.
Te recomendamos: ¿Qué son los barcos ecológicos y cómo ayudan al medio ambiente?
Desafíos y oportunidades para el futuro
La implementación de barcos autónomos no solo implica cambios en la tecnología, sino también en la infraestructura portuaria y en la legislación. Los puertos deben adaptarse para permitir el atraque automático, lo que requiere sistemas avanzados que faciliten la llegada y salida de estas embarcaciones. Ciertas soluciones como el amarre MoorMaster, que utiliza ventosas para atracar los barcos, están siendo implementadas en los puertos de Salalah (Omán), Beirut (Líbano), Ngqura (Sudáfrica), Napier (Nueva Zelandia) y Tánger (Marruecos) para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de energía.
Asimismo, la regulación debe evolucionar para definir claramente qué constituye un barco autónomo y establecer normas que aseguren la seguridad operativa. Esto incluye abordar cuestiones como la responsabilidad en caso de accidentes y las implicaciones de la navegación autónoma para el personal a bordo de buques tradicionales. También es esencial establecer protocolos claros para la comunicación entre barcos autónomos y otros buques, así como con las autoridades portuarias.
Pese a estos desafíos, lo cierto es que también existen una serie de ventajas que otorgan los barcos autónomos, ya que estos mejoran considerablemente la eficiencia de las operaciones marítimas, reducen costos y minimizan el impacto ambiental. La capacidad de operar sin tripulación en zonas de difícil acceso o en condiciones adversas abrirá nuevas rutas comerciales y mejorará la logística marítima. Además, la reducción de la intervención humana puede disminuir el riesgo de errores operativos, mejorando la seguridad en la navegación.
En resumen, los barcos autónomos representan una revolución en la navegación marítima, ya que la combinación de inteligencia artificial, automatización y una legislación robusta transformará la manera en la que se trasladan tanto mercancías como pasajeros por esta vía.
Asegura tu mercancía a través de SafeLink Marine con las más de 60 coberturas exclusivas que tenemos.
Contáctanos para realizar una cotización.
Fuentes: OMI