El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha representado un avance significativo en la optimización de los procesos de intercambio de mercancías a nivel global. Desde su aprobación en la Conferencia Ministerial de Bali en 2013 y su entrada en vigor en 2017, este acuerdo ha buscado reducir barreras administrativas, agilizar el comercio y fomentar la cooperación entre las naciones.
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Principales disposiciones del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio
Este acuerdo se centra en la simplificación y armonización de los procedimientos aduaneros con el fin de reducir costos y tiempos de comercio. Además, introduce medidas para mejorar la transparencia, la previsibilidad y la eficiencia en el movimiento de bienes a través de las fronteras. Entre sus principales disposiciones destacan las siguientes:
- Agilización del despacho de mercancías. Se establecen procedimientos más eficientes para la inspección, autorización y despacho de bienes, incluyendo el uso de tecnología digital para la tramitación de documentos. Además, se busca que las aduanas trabajen con horarios extendidos y con personal capacitado para minimizar retrasos innecesarios.
- Facilitación del tránsito de mercancías. Se mejora la coordinación entre países para asegurar que los bienes en tránsito no sean sometidos a controles excesivos. Esto es clave para evitar demoras en la entrega de productos y garantizar que los costos de transporte sean más bajos, lo que beneficia especialmente a las economías en desarrollo.
- Asistencia técnica y creación de capacidad. Se prevé el apoyo a países en desarrollo y menos adelantados para la implementación de las disposiciones del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, permitiendo que adapten su aplicación según sus capacidades y necesidades específicas. Lo anterior se traduce en capacitaciones, provisión de tecnología y financiación para modernizar infraestructuras aduaneras.
- Cooperación entre aduanas y autoridades competentes. Se promueve la comunicación y colaboración entre instituciones para garantizar un comercio seguro y expedito, reduciendo los riesgos de corrupción y fraude. La transparencia en la información y la digitalización de procesos son factores clave en este aspecto.
¿Cuál es su impacto en el comercio internacional?
Desde su entrada en vigor, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio ha generado beneficios tangibles para todos los países miembros de la OMC. De acuerdo con estimaciones de la propia organización, su aplicación ha permitido:
- Incrementar las exportaciones mundiales en aproximadamente mil millones de dólares anuales.
- Reducir los costos del comercio en un 14,3% en promedio, beneficiando especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
- Disminuir en más de un día y medio el tiempo necesario para importar mercancías y en casi dos el tiempo para exportar, lo que representa una reducción del 47% y 91% respectivamente.
- Facilitar la participación de nuevas empresas en el comercio internacional, promoviendo la inclusión y competitividad global.
En el caso de países en desarrollo, la implementación de este acuerdo ha significado una oportunidad para modernizar sus sistemas aduaneros y mejorar su infraestructura comercial, permitiendo así una integración más efectiva en las cadenas de valor globales. Además, ha incentivado la inversión extranjera directa al ofrecer un entorno comercial más predecible y eficiente.
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¿Cuáles son sus desafíos?
A pesar de sus beneficios, la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio enfrenta ciertos desafíos, especialmente en países con capacidades institucionales limitadas. Algunos de estos retos incluyen:
- Requerimientos de inversión en tecnología y capacitación. La digitalización de los procesos aduaneros y la adopción de mejores prácticas requieren financiamiento y capacitación constante del personal. Asimismo, la falta de infraestructura tecnológica en algunos países dificulta la modernización de los sistemas aduaneros.
- Armonización de normativas. La falta de estandarización en los procedimientos entre países puede generar fricciones en la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, ralentizando sus beneficios potenciales. La divergencia en regulaciones también puede representar un obstáculo para el comercio transfronterizo.
- Resistencia al cambio y burocracia. En algunos casos, los sistemas aduaneros presentan inercia burocrática que dificulta la adopción de nuevas medidas de facilitación del comercio. Algunos países pueden mostrar reticencia a modificar sus sistemas administrativos debido a temores de pérdida de control en la recaudación de aranceles o a intereses particulares de ciertos sectores.
- Cumplimiento efectivo de las disposiciones. La categorización de ciertas medidas puede generar desigualdades en la aplicación del acuerdo, ya que requiere de esfuerzos coordinados para asegurar una implementación equitativa. Asimismo, la falta de seguimiento y monitoreo en algunos casos puede limitar el impacto positivo.
- Proteccionismo creciente. A pesar del objetivo de este acuerdo de promover un comercio más ágil y abierto, algunos países han implementado medidas proteccionistas como consecuencia de eventos geopolíticos, los cuales pueden contrarrestar sus efectos. Las restricciones comerciales, sanciones económicas y barreras no arancelarias limitan la aplicación efectiva del acuerdo en ciertos mercados.
En conclusión, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC es de suma importancia en la evolución del comercio internacional, ya que promueve la eficiencia, la transparencia y la cooperación entre países. Sin embargo, su éxito a largo plazo dependerá de la capacidad de los países para superar los desafíos en su aplicación.
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Fuente: Gobierno de México