En la actualidad, el transporte de fruta fresca enfrenta desafíos únicos debido a la naturaleza perecedera de este producto, que lo hace especialmente vulnerable a daños en su traslado. La Escuela de Seguros de Chile organizó un seminario internacional donde se abordaron las mejores prácticas y recomendaciones para mitigar pérdidas en este tipo de transporte, resaltando la importancia de contar con seguros especializados y medidas de prevención que protejan integralmente cada envío.
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Riesgos en el transporte de fruta fresca
El transporte de fruta fresca representa un desafío particular debido a la sensibilidad de este tipo de carga a factores ambientales, manipulaciones y tiempos de tránsito. Uno de los principales riesgos a los que se expone la fruta fresca durante su transporte es el cambio de temperatura. La exposición a temperaturas fuera del rango adecuado puede generar problemas como la maduración acelerada o la descomposición, comprometiendo su frescura y seguridad para el consumo. Incluso, pequeñas fluctuaciones en la temperatura pueden tener efectos significativos, especialmente en transportes largos o en condiciones climáticas extremas.
Asimismo, la fruta fresca requiere niveles específicos de humedad para mantenerse en óptimas condiciones, por lo que, si el ambiente es demasiado seco, el producto puede deshidratarse y perder sabor y calidad. Por otro lado, si la humedad es excesiva, se incrementa el riesgo de proliferación de hongos y bacterias, lo cual también compromete la salubridad de la carga. Esto convierte el control de humedad en un aspecto esencial dentro de los sistemas de transporte refrigerado y de almacenamiento en contenedores especializados.
Además de los riesgos asociados a las condiciones ambientales, la manipulación de la carga durante las operaciones de carga y descarga también representa una vulnerabilidad. Las frutas frescas son particularmente frágiles y pueden dañarse fácilmente si no son manejadas con el cuidado adecuado. Golpes, aplastamientos o malas prácticas en la manipulación pueden provocar daños físicos que afectan la apariencia y calidad del producto, disminuyendo su valor de mercado.
La seguridad de la carga también es un aspecto importante a considerar. El transporte de fruta fresca puede ser un objetivo para el robo de mercancía, especialmente en rutas donde se conoce que se transportan productos de alto valor. Los robos, además de las pérdidas económicas, generan interrupciones en la cadena de suministro y pueden provocar problemas adicionales al tratarse de productos con un tiempo limitado de conservación.
Claves para minimizar las pérdidas
Para asegurar el éxito del transporte de fruta fresca, es fundamental seguir una serie de recomendaciones que faciliten una adecuada gestión ante cualquier imprevisto, como lo son los siguientes:
- Comunicación rápida y precisa ante siniestros. En caso de un incidente, es crucial notificarlo inmediatamente a la aseguradora y coordinar con el consignatario para proporcionar toda la información necesaria. Una respuesta ágil en las primeras etapas ayuda a agilizar el proceso de indemnización y garantiza que se respeten los términos de la póliza.
- Contar con un inspector independiente. El rol del «surveyor» o inspector es esencial para evaluar los daños, ya que su análisis determina la causa exacta del siniestro y el alcance de la cobertura aplicable. Este experto actúa de manera imparcial, revisando las condiciones de la carga y ofreciendo a la aseguradora información precisa para decidir sobre la indemnización.
- Optar por seguros especializados con coberturas detalladas. Las pólizas para el transporte de fruta fresca deben incluir cláusulas que permitan ajustes rápidos en caso de siniestro, lo cual es vital para que el exportador reciba la indemnización lo antes posible. En SafeLink Marine, te ofrecemos el seguro de carga más completo del mercado, por lo que es tu opción ideal para mantener protegida cualquier tipo de mercancía.
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Documentación y trazabilidad: Pilares para el éxito de estos traslados
La trazabilidad es un factor fundamental en el transporte de fruta fresca, ya que permite garantizar que se mantuvieron las condiciones adecuadas a lo largo del viaje. Mantener un registro detallado de la carga, como reportes de calidad preembarque y documentación de consolidación del contenedor, es una práctica que ayuda a prevenir problemas. En caso de siniestro, esta información facilita el reclamo del seguro, ya que aporta evidencia sólida sobre el manejo del producto en cada etapa del traslado.
Un recurso especialmente valioso para asegurar la trazabilidad en este tipo de transporte es el uso de termógrafos georreferenciados. Estos dispositivos permiten monitorear las condiciones de temperatura y humedad en tiempo real, registrando cada cambio que pueda ocurrir durante el transporte. Esta documentación resulta crucial para analizar cualquier discrepancia que pueda surgir en la calidad del producto y es fundamental para comprobar si los daños se produjeron dentro de los términos establecidos en la póliza de seguro.
Por otro lado, es esencial que los exportadores trabajen con aseguradoras que comprendan las necesidades específicas del transporte de fruta fresca. Las pólizas deben tener el tecnicismo necesario para cubrir los riesgos propios de este tipo de producto, y los exportadores deben familiarizarse con todos los aspectos del contrato de seguro, como las cláusulas de cobertura, exclusión, deducibles y regulaciones, ya que esto simplifica el proceso de indemnización y evita problemas en caso de presentar un reclamo.
En conclusión, el transporte de fruta fresca presenta desafíos importantes que requieren de soluciones especializadas para preservar la calidad del producto y proteger la inversión del exportador.
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Fuente: Mundo marítimo
