En el sector de la logística, los costos adicionales como demoras, estadías y almacenajes son comunes y pueden tener un impacto significativo en las operaciones de importación y exportación. Aunque suelen confundirse entre sí, cada uno de estos conceptos tiene características específicas y aplica a distintas etapas del proceso logístico. Por esta razón, comprender sus diferencias es esencial para optimizar la planificación operativa y evitar sobrecostos innecesarios. 

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Demoras: Cargos por retraso en la devolución de contenedores

El término «demoras» se refiere a los costos que un importador debe pagar a la naviera cuando no devuelve el contenedor vacío dentro del plazo establecido. Este concepto se aplica exclusivamente a la carga contenerizada completa (FCL, por sus siglas en inglés) y está diseñado para garantizar la rotación eficiente de los contenedores.

Entre las principales características de esta situación se pueden mencionar:

• Plazo de días libres. Las navieras otorgan un número limitado de días libres, que generalmente varía entre 7 y 14 días naturales, dependiendo de las condiciones negociadas.
• Inicio del conteo. El plazo comienza desde el momento en que el contenedor llega al puerto y termina cuando el contenedor vacío se devuelve al punto acordado con la naviera.
• Costos variables. Los cargos varían según el país y la naviera; por ejemplo, en México, pueden oscilar entre 160 y 180 dólares por día para un contenedor de 20 pies, mientras que en Europa los costos son de aproximadamente 50 euros por día.

Las demoras no solo aumentan los costos, sino que también afectan la eficiencia de las operaciones logísticas. Para evitarlas, es crucial coordinar correctamente la entrega de los contenedores y mantener una comunicación fluida con la naviera.

Estadías: Tiempo extra para maniobras de carga y descarga

A diferencia de las demoras, las estadías, también conocidas como «tiempo de planta», son el tiempo adicional que se concede para realizar maniobras de carga o descarga de un contenedor en el almacén de origen o destino. Este concepto se aplica tanto a carga FCL como a operaciones LCL.

Sus características principales son las siguientes:

• Duración fija. Por lo general, las navieras establecen un plazo de entre 5 y 7 horas para completar las operaciones de carga o descarga. Si se excede este tiempo, se aplican cargos adicionales.
• Factores de cálculo. Algunos contratos consideran el peso de la mercancía como un factor para determinar el tiempo permitido.
• Excepciones. Eventos como condiciones climáticas adversas, huelgas, fines de semana y días festivos pueden ser excluidos del conteo si así se estipula en el contrato.

Si un buque llega a un puerto y la descarga de los contenedores toma más tiempo del permitido, los días adicionales se cobran bajo el concepto de estadías. Este costo puede aumentar si no se planifican adecuadamente las operaciones.

Algunas de las claves para evitar estadías son las siguientes:

• Asegurarse de negociar plazos realistas con la naviera.
• Revisar las condiciones del contrato para incluir exenciones en casos de fuerza mayor.
• Coordinar eficazmente las operaciones de carga y descarga con el transportista.

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Almacenajes: Cargos por permanencia prolongada en la terminal

Por el contrario que las demoras y las estadías, el «almacenaje» se refiere a los costos adicionales que se generan cuando la mercancía permanece más tiempo del permitido en la terminal portuaria. Este concepto aplica tanto a carga completa (FCL) como a carga consolidada (LCL).

Entre sus características principales pueden mencionarse las siguientes:

• Días libres. En México, la Ley Aduanera estipula días libres de almacenaje: 2 días para mercancías de importación en aduanas aéreas y 7 días en aduanas marítimas.
• Tarifas. Los cargos se calculan en función del peso y volumen de la mercancía, así como del tiempo adicional requerido. Por ejemplo, la Ley Federal de Derechos establece tarifas escalonadas que van aumentando con el tiempo.
• Factores adicionales. Mercancías peligrosas, perecederas o que requieren condiciones especiales de almacenamiento (como refrigeración) pueden duplicar los costos diarios de almacenaje.

Un manejo ineficiente de los tiempos en la aduana puede resultar en costos significativos y retrasos adicionales en el transporte de las mercancías. Por ello, es esencial despachar los contenedores en los plazos estipulados.

Existen una serie de estrategias para evitar este tipo de situaciones, entre las que se pueden destacar las siguientes:

• Organizar toda la documentación requerida antes de la llegada del buque al puerto.
• Trabajar con un agente aduanal confiable y experimentado.
• Realizar los pagos correspondientes de manera oportuna para evitar interrupciones.

En conclusión, la gestión adecuada de demoras, estadías y almacenajes es fundamental para garantizar la eficiencia operativa y el éxito de los proyectos logísticos. Estos conceptos no solo impactan en los costos, sino también en la reputación y la competitividad de las empresas en el mercado internacional.

Algunas recomendaciones clave incluyen:

• Planificación temprana. Asegurarse de programar las operaciones de importación y exportación con suficiente antelación.
• Documentación precisa. Proporcionar toda la información y documentación al agente aduanal en tiempo y forma.
• Selección de proveedores. Trabajar con transportistas y agentes confiables que cumplan con los plazos establecidos.

Un enfoque proactivo y organizado no solo evitará sobrecostos, sino que también optimizará el tiempo y los recursos, mejorando la competitividad de tu empresa en el comercio internacional.

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Fuente: Aduaeasy