Para realizar actividades de comercio internacional no solamente se tienen que tener conocimientos acerca de los procesos para llevar a cabo una importación o exportación, sino que también se debe estar al tanto de la información financiera de los países con los que se va a negociar. Pese a que es un tema altamente complejo, lo cierto es que los que se dedican a estas actividades deben conocer acerca del mercado de divisas y todas las implicaciones que puede tener en sus operaciones comerciales.

Es importante recalcar que este mercado no es lo mismo que la bolsa de valores, ya que esta última permite conseguir ganancias de una inversión y solamente se ocupa de los negocios y monedas dentro de un mismo país.

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Términos esenciales para el mercado de divisas

Existen una serie de conceptos que son necesarios conocer primero para comprender más acerca del mercado de divisas y el impacto que tiene en el comercio internacional. En primer lugar, hay que dar la definición de divisas, que son las monedas utilizadas en los intercambios comerciales y financieros y que son emitidas y reguladas por los gobiernos de cada país. Es así que son intercambiadas a nivel mundial para la realización de transacciones comerciales, inversiones y pagos de deudas.

En la actualidad, existen una gran cantidad de divisas a lo largo del mundo; sin embargo, son diez las que destacan a nivel mundial:

• Dólar estadounidense (USD). 
• Euro (EUR). 
• Yen japonés (JPY). 
• Libra esterlina (GBP). 
• Dólar australiano (AUD). 
• Dólar canadiense (CAD). 
• Franco suizo (CHF). 
• Renminbi chino (CNH). 
• Dólar hongkonés (HKD). 
• Dólar neozelandés (NZD). 

Ahora bien, el mercado de divisas, también conocido como Forex (Foreing Exchange), es precisamente el espacio físico o virtual en el que se negocian estas monedas y que se encarga también de fijar el precio de cada una de ellas. Existen dos regímenes cambiarios para determinar este valor:

• La fijación del tipo de cambio de una moneda puede tener lugar por parte de la autoridad monetaria de cada país. En este caso, se habla de un régimen cambiario o tipo de cambio fijo y suele implicar una intervención directa en el mercado.
• Por otro lado, en los mercados financieros internacionales, existe el régimen flexible o flotante que es establecido libremente por la ley de la oferta y la demanda y en función de la confianza depositada en la fortaleza económica demostrada por el país o región al que pertenece cada divisa. 

Es así que el mercado de divisas conforma una parte fundamental para el comercio internacional y de la inversión a nivel global. Su existencia e importancia radica en su capacidad por facilitar las operaciones de importación y exportación, proporcionando medios de pago adecuados, recursos financieros y potenciando niveles de demanda adicionales de bienes y servicios.

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¿Qué afectaciones tiene en el comercio internacional?

Así como el mercado de divisas trae diversos beneficios para el comercio exterior, lo cierto es que también puede verse gravemente afectado debido a la variación del valor de su moneda frente a otras más fuertes. El principal efecto es que los precios de los productos pueden aumentar o disminuir, dependiendo el caso. Para entender esta situación, es necesario conocer que el agente importador debe comprar sus productos de importación en la moneda propia del país exportador. De aquí, pueden desprenderse dos posibilidades:

• Por una parte, la moneda del país exportador se devalúa frente a la del importador, por lo que el segundo aumenta su capacidad adquisitiva. En cierto modo, los precios de los productos disminuyen debido a que el país importador es capaz de comprar más con su moneda.
• En el caso contrario, cuando existe una revalorización del país exportador frente a la moneda del importador, este último pierde capacidad adquisitiva y se le dificulta abastecerse de productos extranjeros.

Además, como ya se ha mencionado previamente, el cambio de valor de una moneda de un país puede ser determinado por su gobierno, lo que puede provocar un desequilibrio en la balanza comercial debido a que el mercado interno puede perder su valor adquisitivo, lo que a largo plazo puede llevar a una inflación.

De esta manera, el mercado de divisas puede llegar a afectar la rentabilidad de las operaciones de comercio exterior. Uno de los mayores riesgos para los importadores es cuando el pago por la compra se realiza diferido o a crédito, debido a que durante el plazo entre la adquisición de los productos y la liquidación puede existir un cambio en la moneda, lo que contribuirá a abaratar o encarecer la operación. 

Por esta razón es imprescindible comprender cómo funciona este mercado y de qué manera se pueden aprovechar todos los beneficios del mismo, por lo que se recomienda contar con asesoría profesional. 

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Fuentes: BBVA