El transporte marítimo es un pilar fundamental del comercio global, movilizando anualmente más de 250 millones de contenedores. Sin embargo, en los últimos meses, la industria enfrenta una situación que cada vez resulta más alarmante: el aumento de incendios en portacontenedores. Este fenómeno, lejos de ser un problema nuevo, ha adquirido una dimensión crítica debido a la frecuencia de los siniestros y los riesgos asociados.
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Factores detrás del aumento de incendios en portacontenedores
De acuerdo con reportes recientes del Sistema de Notificación de Incidentes de Carga (CINS), la frecuencia de incendios en portacontenedores ha mostrado una preocupante tendencia al alza. En 2023, se registró un incendio cada nueve días, un incremento significativo respecto a 2020, cuando la media era de uno cada dos semanas. A pesar de un inicio relativamente tranquilo en 2024, incidentes graves como los ocurridos en el «Northern Juvenile», «Maersk Frankfurt» y «YM Mobility» han resaltado la persistencia y peligrosidad de este problema.
Se estima que son diversos los factores que contribuyen a estas situaciones, como lo son los siguientes:
- Ubicación de los contenedores a bordo. La proximidad entre contenedores, especialmente aquellos que transportan bienes peligrosos, incrementa el riesgo de propagación.
- Carga peligrosa mal declarada. Productos como baterías de iones de litio, carbón vegetal y ciertos químicos siguen siendo fuentes principales de incendios debido a errores o negligencias en su manejo.
- Congestión en puertos y rutas. Las operaciones de rescate se dificultan en puertos congestionados, como los de Asia, mientras que el tráfico creciente en rutas como el Cabo de Buena Esperanza introduce nuevos riesgos debido a la limitada infraestructura portuaria en África.
Además, la expansión del transporte de vehículos eléctricos y baterías usadas añade nuevas complejidades. Estas cargas presentan características de inflamabilidad que requieren medidas específicas para evitar incidentes.
Consecuencias y desafíos para la industria
Los incendios en portacontenedores no solo representan un peligro para las tripulaciones, sino que también generan impactos económicos y ambientales significativos. Cuando ocurren en alta mar, el tiempo de respuesta de los equipos de rescate se amplía, exacerbando los daños. Por otro lado, los incendios en los puertos, aunque son más fáciles de controlar, pueden desencadenar pérdidas económicas debido a la interrupción de operaciones.
La congestión portuaria en Asia y el aumento del tráfico marítimo en África también agravan el problema. En el caso del Cabo de Buena Esperanza, los desvíos de rutas causados por la inseguridad en el Mar Rojo han llevado a un incremento en el tráfico de grandes buques en esta área. Sin embargo, muchos puertos africanos carecen de la infraestructura adecuada para atender emergencias en portacontenedores de gran tamaño, dificultando las operaciones de mitigación.
El impacto ambiental de los incendios en portacontenedores no puede subestimarse. Las emisiones de gases tóxicos, junto con la posibilidad de derrames de sustancias químicas, representan un desafío importante para la sostenibilidad del transporte marítimo.
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¿Qué soluciones se proponen?
Conscientes de la gravedad de la situación, organismos como la Organización Marítima Internacional (OMI) y asociaciones como la AESM están implementando medidas para mejorar la seguridad. Iniciativas como Cargosafe y Overheat buscan desarrollar tecnologías avanzadas de detección temprana y sistemas de control de incendios adaptados a las características de los portacontenedores modernos.
Además, entre las acciones más relevantes se incluyen:
- Normativas más estrictas. Se espera la entrada en vigor de nuevas regulaciones internacionales que aborden la declaración precisa de cargas peligrosas y el manejo seguro de bienes inflamables.
- Tecnologías innovadoras. Algunas navieras están adoptando sistemas de monitoreo en tiempo real que permiten detectar anomalías térmicas en los contenedores antes de que se conviertan en incendios.
- Capacitación de la tripulación. La formación continua en protocolos de seguridad es clave para garantizar una respuesta rápida y efectiva frente a emergencias.
Aunque el transporte marítimo ha demostrado ser un sistema eficiente y seguro en la mayoría de los casos, los incendios en portacontenedores subrayan la necesidad urgente de redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad. La industria enfrenta un desafío complejo que requiere la colaboración de todos los actores involucrados, desde navieras hasta organismos regulatorios.
De esta manera, la implementación de tecnologías avanzadas, junto con el fortalecimiento de normativas y prácticas operativas, será esencial para reducir la frecuencia de estos incidentes. En un contexto donde cada contenedor representa un valor económico significativo, pero también un potencial riesgo, es indispensable priorizar la prevención y la seguridad.
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Fuente: Mundo Marítimo
