De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, México cuenta actualmente con 14 Tratados de Libre Comercio (TLC) con más de 50 países, además de que participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Sin duda, los intercambios de bienes y servicios son una parte fundamental para la economía mexicana, por lo que es indispensable que existan leyes para la correcta regulación del comercio exterior y que las mercancías que entran y salen del país sean debidamente controladas.

Para aquellas empresas dedicadas a estas actividades, es fundamental conocer las distintas legislaciones que existen en este ámbito, puesto que su incumplimiento podría conllevar a multas y sanciones costosas.

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Leyes para la regulación del comercio exterior en México

Las legislaciones federales son aquellas normas jurídicas elaboradas por el Poder Legislativo, en específico el Congreso de la Unión en México, para controlar ciertos ámbitos en el país; en este caso, se destacan las leyes cuyo propósito es la regulación del comercio exterior mexicano:

• Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 

Este texto constitucional señala las garantías individuales de los mexicanos y define las relaciones entre los poderes de la federación. Especialmente en el artículo 31 se determinan los aranceles obligatorios que los participantes del comercio exterior tienen que realizar, los cuales deben cumplir con los cuatro principios tributarios constitucionales: proporcionalidad (debe existir congruencia entre la carga tributaria y la capacidad contributiva del sujeto), equidad (el tributo debe ser justo), legalidad (deben establecerse en una ley para darle sentido formal y material) y destino (las contribuciones deben destinarse a necesidades colectivas o sociales para garantizar el beneficio de la sociedad. 

Asimismo, el artículo 117 establece que los Estados no pueden gravar (es decir, imponer un impuesto) al tránsito de personas o mercancías que atraviesen su territorio.

•  Ley de Comercio Exterior (LCE).

Una de las legislaciones más importantes para la regulación del comercio exterior es precisamente la LCE y es aplicable para todas las personas físicas y morales que participan en actividades de comercio internacional y funciona como una guía para llevarlas a cabo bajo el marco legal. Sus principales objetivos son “incrementar la competitividad de la economía nacional, propiciar el uso eficiente de los recursos productivos del país, integrar adecuadamente la economía mexicana con la internacional, defender la planta productiva de prácticas desleales del comercio internacional y contribuir a la elevación del bienestar de la población”.

• Ley Aduanera.

Esta ley regula la entrada y la salida de mercancías al territorio nacional y de los medios en que se transportan, así como del despacho aduanero que derive de ello, por lo que también establece las contribuciones, cuotas compensatorias, base gravable, regímenes aduaneros, depósitos ante aduana, despachos de mercancías, entre otros. Cumplir con esta ley permitirá que no se generen contratiempos por errores o incumplimientos de los contribuyentes ante las autoridades fiscales.

• Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (LIGIE).

Esta ley creada para la regulación del comercio exterior mexicano controla los aranceles de comercio exterior y sus correspondientes tarifas: en el primer artículo se establecen las cuotas de las importaciones que responden a la clasificación de cada mercancía, ya sea de importación y exportación; en cambio, su segundo artículo contiene las reglas generales para su correcta aplicación e interpretación. 

Las fracciones arancelarias constan de 8 dígitos y están acompañadas de notas explicativas (que están basadas en el Sistema Armonizado de la Organización Mundial de Aduanas) y otros apuntes que permiten interpretar fácilmente esta ley.

• Ley de Navegación y Comercio Marítimo.

Esta normativa federal regula las vías de comunicación marítima así como su navegación, protección y servicios que se encuentren en ellas, es decir, todo lo relacionado con la comunicación marítima y su uso; además, estipula la aplicación y uso de Incoterms. La importancia de esta ley radica en que la mayor parte del comercio exterior de México se realiza a través de los puertos.

• Ley del Impuesto al Valor Agregado (LIVA).

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) de importación es una tasa indirecta que recae sobre el consumo de productos y se impone en dos principales situaciones: venta de mercancías e importación de bienes. De esta manera, todos los residentes mexicanos que realicen operaciones de comercio exterior están sujetos a pagar este impuesto, excepto las maquiladoras, la industria terminal automotriz y los recintos fiscalizados estratégicos, tal como lo establece el artículo 9 de esta ley.

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¿Cuáles son las consecuencias del incumplimiento de estas leyes?

Existen una serie de sanciones a las que puede estar sujeto la persona física y moral que incumpla con alguna de las leyes para la regulación del comercio exterior, sobre todo la Ley Aduanera. Estos pueden ser:

• Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera (PAMA). 
• Embargo precautorio de las mercancías y de los medios en que se transporten.
• Abandono expreso de las mercancías siempre que éstas no excedan de los 3 mil dólares, se encuentren sujetas a regulaciones y restricciones no arancelarias y no se hayan cumplido con ellas; y sea cubierta la multa correspondiente.
• Multas que podrán ser del 80% al 120% del valor comercial de tus mercancías.
• Las cargas y los medios en los que se transportan podrían pasar a propiedad del Fisco Federal, sin perjuicio de las demás sanciones aplicables.

Dependiendo de la gravedad de la infracción, podría ser necesario que se sea citado ante el Ministerio Público de la Federación. 

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Fuentes: Gobierno de México