La historia del seguro de carga es milenaria, pues los vestigios de sus primeros pasos en el mundo comercial datan desde antes de Cristo, siendo la Ley de Rodas la primera codificación reguladora en materia de Derecho Marítimo de la historia (sin dejar de lado los primeros intentos realizados en Babilonia mucho tiempo antes con el Código Hammurabi).
Concebida en el Mar Egeo, en la isla griega de Rodas y adoptada por los romanos y bizantinos, esta ley dictaba que, en caso de que fuera necesario arrojar toda la mercancía o parte de ella al mar ante posibles peligros a los que el navío se encontrara expuesto, el daño resultante debía repartirse entre los propietarios del barco y los dueños de las mercancías, en la proporción y medida de las propiedades.
Fue así como se dieron los primeros intentos para regular el transporte marítimo de mercancías, que prosiguió a través de la Edad Media, el Renacimiento y la Edad Moderna para así llegar hasta el siglo XX y la actualidad.
Sin embargo, no fue sino hasta el final del siglo XVI que el seguro de carga comenzó a legislarse, lo cual provocó que llegara a formar parte del derecho y del comercio marítimo. A pesar de eso, los aseguradores continuaban siendo, en su mayoría, comerciantes individuales o casas reales que patrocinaban expediciones al Nuevo Mundo.
En México, la historia del seguro de carga se remonta al siglo XVlll, por lo que el comienzo de estas regulaciones en el país es relativamente “nuevo” en comparación con otras naciones.
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Historia del seguro de carga en México.
Fue en el año de 1789 cuando se constituyó la primera compañía de seguros, ubicada en el Puerto de Veracruz, la cual tenía por nombre Compañía de Seguros Marítimos de Nueva España, con el propósito de cubrir los riesgos de los que se denominaba en España como “La Carrera de Las Indias”.
No obstante, de lo que fue esa compañía no queda ninguna evidencia. Según diferentes documentos recuperados, se dice que fracasó y que, después de pocos años, la Compañía de Seguros Marítimos de Nueva España dio paso al establecimiento de otras aseguradoras y al desarrollo de la actividad del seguro en México.
Así continuaron estableciéndose diferentes compañías, pues la segunda de ellas se fundó en 1802, y según el historiador Lerdo de Tejada, en cuanto a los resultados de la compañía, lo único de que se tuvo noticia es que “el valor de las mercancías aseguradas durante seis meses del año 1803, ascendió a 746 mil pesos”, siendo los primeros datos cuantitativos del seguro de carga en el país.
Se continuó de esta forma hasta 1854, cuando el gobierno de Santa Anna implementó el Código de Comercio de México, en el que, de acuerdo con lo dispuesto, las pólizas de seguro terrestre, privadas o solemnes, debían contener determinados datos que, por cierto, son los mismos que las de las actuales.
No fue sino hasta 1892 que se reglamentó el seguro de carga con la Ley sobre Compañías de Seguros, siendo la primera legislación en México.
Después, con la entrada del Porfiriato, se concedieron facilidades y concesiones al capital extranjero, con lo que se desarrolló la economía y la industria del país y se establecieron cuatro compañías de seguros hasta 1926, cuando se publicó la Ley General de Sociedades de Seguros, que fue el primer documento legal y completo que regulaba la actividad aseguradora en todos los ramos en los que una institución de seguros pudiera operar.
Después de esto, a lo largo de los años siguientes se establecieron diferentes decretos y modificaciones, que vinieron junto a la Ley General de Instituciones de Seguros y la Ley del Contrato de Seguros, en 1935.
A partir de ahí fue que comenzó un verdadero cambio en cuanto a las legislaciones de seguros y de garantías al público, y a pesar de las constantes modificaciones a lo largo del siglo XX y XXl, hoy en día se mantienen gran parte de las bases, las cuales, han consolidado la historia del seguro de carga en México.
Ley de Seguros y Fianzas, la actual reguladora en el país.
En México, la ley que regula la industria del seguro de carga es la Ley de Seguros y Fianzas, la cual, fue publicada en el año 2013 en el Diario Oficial de la Federación y fue decretada con el objetivo de establecer los parámetros con los que las compañías de seguros deben cumplir para poder operar.
La ley va dirigida hacia todas las instituciones nacionales e internacionales que operan en México y que ofrecen servicios financieros de aseguramiento y fianzas, tanto para personas físicas como morales.
En pocas palabras, para todas aquellas personas que deseen incursionar en la industria de los seguros, o incluso que estén ya establecidas, pero no tengan un amplio conocimiento legal, la Ley de Seguros y Fianzas es el marco jurídico legal al cual deben apegarse.
Con esta regulación, permite a todos los involucrados modular sus obligaciones legales y fiscales, además de que permite una estandarización de los servicios para una competencia sana y un alto nivel de oferta para el público usuario a precios justos.
Para llevar a cabo esto, existen organismos dedicados a la supervisión de las instituciones, siendo en nuestro país la CONDUSEF la encargada de esto.
Por otro lado, la Ley Sobre el Contrato de Seguros regula los acuerdos establecidos entre las instituciones de seguros y los usuarios, siendo ambas leyes las más importantes para la industria aseguradora en México.
Contrarío a lo que pudiera creerse, la historia del seguro de carga se remonta a miles de años atrás, y esta continúa escribiéndose para el mejoramiento de una industria que ha sido complicada.
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Fuentes: Gobierno de México.
