Desde hace un par de décadas, el comercio internacional ha sufrido de constantes evoluciones marcadas por el contexto social, político y económico a nivel mundial, por lo que las empresas deben cambiar constantemente sus procesos para mantener sus ventajas competitivas. Es así que, con motivo de las restricciones de la pandemia por COVID-19 y la guerra entre Ucrania y Rusia, surgió una nueva estrategia conocida como reshoring, la cual es especialmente popular entre las empresas que habían optado por la deslocalización de toda su producción hacia países emergentes.
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¿Qué es el reshoring?
A lo largo de los años, las grandes empresas aprovecharon los bajos salarios y los bajos costes de producción en los países en vías de desarrollo, lo que llevó a que el nearshoring o la deslocalización de los procesos productivos tomara una mayor relevancia a nivel mundial. Sin embargo, diversos acontecimiento mundiales mostraron las desventajas que presentaba esta tendencia, lo que llevó a las compañías a buscar nuevas opciones para evitar la irrupción de sus cadenas de suministro.
Es así que surge el reshoring, también conocida como relocalización industrial o retorno de la producción, el cual se refiere al proceso mediante el cual las empresas trasladan sus operaciones de manufactura o producción de bienes de un país extranjero de vuelta a su país de origen. En los últimos años, este fenómeno ha ganado relevancia debido a varios factores.
Uno de los principales impulsores de esta tendencia es la búsqueda de una mayor proximidad al mercado final y a los consumidores. Al reubicar las operaciones de producción en el país de origen, las empresas pueden reducir los tiempos de entrega y los costos asociados al transporte internacional. Además, estar más cerca de los clientes permite una mayor capacidad de respuesta a la demanda y una mejor adaptación a las tendencias del mercado local.
Otro factor importante que ha motivado este fenómeno es la preocupación por la calidad y la reputación de marca. Algunas empresas han experimentado problemas de calidad y control en sus cadenas de suministro globales, lo que ha llevado a considerar el retorno de la producción como una forma de garantizar estándares más altos y mantener una imagen de marca positiva.
Además, el reshoring también responde a consideraciones estratégicas y políticas. En algunos casos, las empresas han optado por relocalizar sus operaciones para asegurar el acceso a tecnologías clave, proteger la propiedad intelectual y cumplir con regulaciones y normativas locales.
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¿Cuáles son sus ventajas?
El reshoring presenta una serie de ventajas significativas para las empresas que deciden llevar a cabo este proceso, entre las que destacan las siguientes:
- Reducción de costos logísticos y de transporte. Al producir en el país de origen, las empresas evitan los costos asociados al transporte internacional de materias primas y productos terminados, así como los tiempos de entrega más largos que pueden afectar la eficiencia y la capacidad de respuesta a la demanda.
- Mejora en la calidad y control de los productos. Al tener las operaciones de producción más cerca de la sede central gracias al reshoring, las empresas pueden implementar controles de calidad más rigurosos, garantizar el cumplimiento de estándares y normativas locales, y responder de manera más rápida y efectiva ante posibles problemas o cambios en los requerimientos del mercado.
- Aumento en la creación de empleo local y apoyo a la economía nacional. Al trasladar las operaciones de producción al país de origen, las empresas generan oportunidades de empleo para la mano de obra local, contribuyen al desarrollo económico de la región y fortalecen la cadena de suministro nacional.
- Beneficios en términos de imagen de marca y reputación. Muchos consumidores valoran la producción local y la responsabilidad social empresarial, lo que puede traducirse en una percepción más positiva de la empresa y sus productos.
- Mayor capacidad de respuesta. Al estar más cerca de los clientes y del mercado final, se mejora la capacidad de respuesta a la demanda y se reduce el tiempo de entrega de los productos.
En resumen, el reshoring presenta ventajas clave como la reducción de costos logísticos, mejora en la calidad y control, creación de empleo local y apoyo a la economía nacional, así como beneficios en la imagen de marca. Estas ventajas hacen que esta tendencia sea una estrategia atractiva para muchas empresas que buscan optimizar su cadena de suministro y fortalecer su posición competitiva en el mercado global.
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Fuentes: The Logistics World