Los buques de carga son imprescindibles para el comercio y la logística internacional, y ante esta situación, durante los últimos años se ha llevado a cabo el desarrollo de planes de acción y estrategias para que estos sean amigables con el medio ambiente, siendo los barcos ecológicos uno de los grandes proyectos de la industria.
Y es que, para contextualizar, los buques transportan millones de toneladas de mercancías cada año, siendo el medio esencial para el abastecimiento y el funcionamiento de las cadenas de suministro globales, por lo que buscar métodos para disminuir su huella ecológica y lograr la sostenibilidad, se ha vuelto todo un reto.
Buscar la construcción de barcos que sean menos contaminantes es, incluso, una responsabilidad social, pues de acuerdo con un estudio realizado por la Organización Marítima Internacional (OMI), el sector marítimo, especialmente en el transporte de mercancías, emite a la atmósfera más de mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero por año.
Lo realmente preocupante, es que a los buques se les permite contaminar hasta 3 mil 500 veces más que a un vehículo terrestre y que un buque produce tanto azufre como 50 millones de automóviles.
Adicionalmente, cabe mencionar que los barcos emiten dióxido de carbono, y con esto, contribuyen considerablemente al efecto del cambio climático y a la acidificación del océano. Pero no solo es el dióxido de carbono, pues los barcos también emiten grandes cantidades de otros contaminantes que agravan el problema.
Ante esa situación, se ha catalogado como “urgente” el buscar soluciones que logren traer una mayor sostenibilidad en una industria sumamente contaminante, más allá de las agendas de organizaciones internacionales por conseguirlo.
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¿Qué son los barcos ecológicos?
Como con su propio nombre se puede suponer, los barcos ecológicos o sostenibles son aquellas embarcaciones que utilizan motores eléctricos para su funcionamiento o que no utilizan combustibles fósiles para su propulsión. Mediante la energía solar también es posible obtener embarcaciones de tamaño pequeño o mediano que sean sustentables, por lo que las alternativas de este tipo de barcos para lograr la sostenibilidad son variadas y no se limitan a una única estrategia.
Con esto, y gracias a las energías renovables, los buques disminuyen exponencialmente sus emisiones contaminantes, navegando así de manera ecológica y siendo responsables con el medio ambiente.
Sin embargo, a pesar de estas iniciativas, resulta una tarea bastante complicada que todo un sector, o al menos la mayoría de este, se transforme y se enfoque hacia una estrategia basada en un concepto sustentable.
¿Qué beneficios brindan los barcos sostenibles?
Es muy fácil hacer mención acerca de que los barcos ecológicos son mejores y que es urgente que las navieras o compañías náuticas inviertan en la fabricación de este tipo de embarcaciones para preservar el medio ambiente.
Lograr eso no es nada sencillo, y en realidad es mucho más complejo de lo que se puede suponer, pues no solo se trata de cambiar de un barco a otro. No obstante, existen muchas otras ventajas que el uso de este tipo de embarcaciones brindan a quienes son dueños de estas.
En primer lugar (y una vez reconocida su sostenibilidad), los buques que utilizan energía eléctrica para su funcionamiento permiten el ahorro de gastos en combustible, pues al migrar a un modelo eléctrico, la inversión realizada en combustible se elimina de forma automática, ahorrando miles de dólares tan solo por un viaje.
Por otro lado, este tipo de barcos son silenciosos y no emiten humo. Además, resulta mucho más sencillo, pues son embarcaciones más ligeras que facilitan enormemente los giros.
A pesar de que este tipo de barcos son modernos y cuentan con las últimas tecnologías, no necesariamente son más seguros en relación a barcos convencionales, pues tanto las cargas como los barcos se exponen a los mismos riesgos.
Es de gran relevancia tomar lo anterior en cuenta, pues es posible creer que estos brindan mayor seguridad a las mercancías, cuando esto no es exactamente así.
Frente a esos riesgos, es importante asegurar las cargas, pues ya sea en un buque ecológico o en uno convencional, el riesgo a sufrir una avería gruesa u otra clase de siniestro siempre está latente sin importar el tipo de embarcación.
Modelo de sostenibilidad en la industria naviera.
Maersk es una de las compañías navieras que ha dado pasos significativos hacia la sostenibilidad.
De acuerdo con un comunicado realizado por A.P. Moller-Maersk, “la industria naviera contribuye del 2% al 3% de las emisiones mundiales, lo que equivale a alrededor de 940 millones de toneladas de C02”.
En 2021, la empresa danesa llevó a cabo una inversión de más de mil 400 millones de dólares al ordenar una flota de 8 buques que pueden ser propulsados a través de metanol limpio, mismos que serán entregados en 2024.
Adicionalmente, entre los objetivos de la compañía naviera para 2030 se encuentran “lograr la reducción de 50% en las emisiones por contenedor transportado en la flota de Maersk y una disminución de 70% en las emisiones absolutas de las terminales”.
Por último, la empresa se comprometió a que, en 2040, conseguirá cero emisiones de gases de efecto invernadero.
Maersk no es la única que comienza a apostar por barcos ecológicos, pues el propietario del petrolero Euronav NV también comenzó con un plan al ordenar la fabricación de buques que sean capaces de funcionar con amoníaco o gas natural licuado.
A pesar de que los intentos no se dan por grandes cantidades, lo cierto es que la industria naviera ha comenzado a emprender acciones que sean amigables con el medio ambiente para reducir su huella ecológica.
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Fuentes: NatGeo, The Logistics World.
